La entrada de hoy debería ser la
crónica de mi participación en la Herri Krosa de Arrigorriaga, sin embargo la
carrera ha sido suspendida por la nevada que ha caído esta mañana. Lo que no saben en Arrigorriaga es que
en St. Patrick’s estamos preparados para correr por asfalto, tierra y nieve.
Sin ir más lejos, la semana pasada
estuvimos entrenando por Urkiola. Monti y yo corriendo sobre la nieve ante la incrédula
mirada de un montón de mendizaleak que no daban crédito a lo que veían. A pesar
de la dureza, los continuos resbalones y las inevitables caídas, la experiencia
se puede resumir en una sola palabra: una gozada. Vale, eso son dos palabras.
Llegado a este punto, quizá
muchos de vosotros, queridos lectores, os estaréis preguntando: ¿Qué hace Peri
corriendo por monte? ¿Está Peri incumpliendo el sexto mandamiento del decálogo del corredor de fondo? ¿A caso Peri se ha salido del camino recto del asfalto? ¿Por
qué Peri habla de él en tercera persona?... Pues bien. Todas estas preguntas
tienen su respuesta: ¡¡¡SOY UN PECADOR DE LA LADERA!!!
Sí, amigos. Me he comprado unas
playeras de trail. De momento sólo me he puesto un reto, que por ser único no es menos ambicioso: acabar el Anboto Km Bertikala. Iré marcándome pequeños objetivos y quemando etapas para lograr mi reto. Con eso sería más feliz que un regaliz.
Para muchos este era el paso lógico. Amo correr y amo el monte. Me seducía la idea y alguna que otra vez ya había subido el Paga corriendo. Pero una carrera de trail me parecía demasiada locura para la que tengo de serie. Hasta hoy. He llegado a la conclusión de que nunca es locura suficiente.
Para muchos este era el paso lógico. Amo correr y amo el monte. Me seducía la idea y alguna que otra vez ya había subido el Paga corriendo. Pero una carrera de trail me parecía demasiada locura para la que tengo de serie. Hasta hoy. He llegado a la conclusión de que nunca es locura suficiente.
Nos vemos corriendo.